¿Has tenido algún trabajo en el cual sientes que creces, estás motivado y eres parte de algo especial? ¿O tu realidad es que tu trabajo es un castigo emocional para ti, porque te rodea un ambiente lleno de críticas, amenazas y explotación? Aunque ambas sensaciones son reales y están presentes en las condiciones habituales que suele tener un ambiente de trabajo actualmente, la segunda es, desafortunadamente, la más común en nuestro país.